martes, 13 de agosto de 2013
HIDRATOS , GRASAS Y PROTEINAS.
Los hidratos de carbono
Los carbohidratos son el principal combustible de nuestro cuerpo, ya que son los más fáciles de quemar. El glucógeno almacenado en las fibras musculares, es decir, el azúcar que permanece en los músculos para ser utilizados por estos, está presente en tu sistema circulatorio para su uso inmediato. El cuerpo humano está utilizando continuamente glucógeno, incluso el cerebro. Y mientras más intenso sea el ejercicio, mayor es la cantidad de glucógeno que se utiliza.
Por esta razón, para mejorar el rendimiento se recomienda consumir un alto volumen de carbohidratos antes de comenzar un entrenamiento. Si se consumen tres horas antes del entrenamiento, el consumo de hidratos de carbono no afecta en tu rendimiento durante el ejercicio. De hecho, se recomienda ingerir carbohidratos entre 2 y 3 horas antes, para darle al cuerpo el suficiente tiempo para absorberlos, ya que suelen ser de lenta absorción.
Grasas
Las grasas y lípidos representan una fuente constante de energía. En cualquier tipo de ejercicio se quema grasas y, cuanto más intenso sea éste, mayor será el tiempo en el que las grasas se estarán quemando. Una sesión de entrenamiento de resistencia muy intensivo puede acelerar nuestro metabolismo incluso durante las 48 horas siguientes.
Para alcanzar el punto en el que el cuerpo se focaliza principalmente en la quema de grasas, es fundamental y requisito primordial reducir el consumo de hidratos de carbono. En definitiva, la premisa de las dietas bajas en carbohidratos. La cetosis, o la combustión de las moléculas de grasas llamadas cetonas, permitirá el uso ligeramente mayor de las reservas de grasa para obtener energía, pero el rendimiento en tus ejercicios podría verse afectado negativamente.
Proteínas
Las proteínas se descomponen en aminoácidos, es decir, sus componentes básicos, y sirven para reparar el tejido muscular durante el ejercicio. Si no estás consumiendo suficientes proteínas, es probable que tengas problemas para recuperarte después de tus entrenamientos o, simplemente, necesites más tiempo para conseguir una completa recuperación.
Los aminoácidos se convierten en glucógeno para aumentar las reservas de combustibles mediante un proceso conocido como de novo o gluconeogénesis. Si bien que se dé este proceso no es perjudicial, es una alarma para nuestro cuerpo, ya que es el paso previo a empezar a perder tejido muscular como combustible para nuestro cuerpo. Es decir, la gluconeogénesis asegura que nuestro cuerpo tenga un suministro adecuado de aminoácidos para evitar que el tejido muscular comience a ser utilizado por el cuerpo para obtener energía por falta de las fuentes adecuadas, como los carbohidratos.
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