jueves, 15 de enero de 2015

CONSEJOS BASICOS PRIMEROS AUXILIOS.

Existen tres principios básicos que deben tenerse en cuenta siempre que se vaya a prestar ayuda a una persona, pero son especialmente importantes cuando se trata de ayudar a las víctimas de un accidente.
Estos principios son por orden de prioridad: Proteger, Alertar y Socorrer ( P.A.S.)

1º Proteger.

Antes de prestar cualquier atención es necesario valorar si la escena donde está ocurriendo el incidente es segura. Se trata de "protegerse y proteger a la víctima". El objetivo es evitar que la persona que va a prestar auxilio se dañe y que no se agraven las lesiones de la víctima.
En los accidentes, especialmente en los accidentes de tráfico se deben tener en cuenta las siguientes precauciones:
  • Estacionar el vehículo fuera de la calzada en un lugar seguro.
  • Mantener encendida la señalización de emergencia.
  • Antes de bajar del coche debe colocarse el chaleco reflectante y cerciorarse de que bajar del vehículo es seguro.
  • Colocar, antes y después del accidente, los triángulos de emergencia una distancia aproximada de 150 metros.
  • Desconectar el contacto de los vehículos accidentados y asegurarlos echando el freno de mano.
  • Si existe derrame de aceite o gasolina, señalizarlo y pedir a alguien que eche tierra o arena por encima.
  • No fumar en las proximidades.
  • Si es de noche, iluminar la zona con linternas o con los faros y pedir a otros conductores que hagan lo mismo.
  • En caso de niebla extremar las medidas de señalización e iluminación del accidente.
  • Si existe fuego, y no han llegado los bomberos, intentar apagar el incendio con el extintor en polvo.
  • Salvo que la víctima esté en peligro no debe ser movilizada de la posición en la que es encontrada.

2º. Alertar.

Una vez que se ha determinado que el lugar es seguro se debe alertar a los servicios de emergencias. En toda la Comunidad Europea funciona un número de teléfono que sirve para alertar a todos los servicios de emergencia que deben intervenir en la resolución de un incidente. Ese número de teléfono es el 1-1-2.
Cuando un ciudadano llama al teléfono 112 debe saber que se le va a solicitar una información que resulta imprescindible para:
  • Localizar en lugar donde está ocurriendo la urgencia.
  • Conocer qué tipo de urgencia se está produciendo. Si no se conoce este dato no se puede saber si además de la presencia de los servicios sanitarios, se precisan otros servicios de emergencias como son bomberos o policía.
  • Informar si existen riesgos reales o potenciales: presencia de vertidos de aceite, combustible, o tóxicos, incendio, amenaza de derrumbe, riesgos de explosión, etc.
  • Número de víctimas y estado de las mismas. Este dato es necesario para saber cuántas ambulancias deben enviarse y el tipo de ambulancia. Además, servirá para que el personal sanitario que le atiende al otro lado del teléfono proporcione los consejos sobre los primeros auxilios que debe proporcionar a la víctima.
  • Se le solicitará que mantenga la línea telefónica libre para poder contactar de nuevo y conocer como continua el estado de la víctima.

3º. Socorrer.

Esta es la finalidad principal de los primeros auxilios, pero para hacerlo correctamente previamente hace falta realizar la evaluación del herido.
  • Hay que hacer un recuento de víctimas, teniendo en cuenta que han podido salir despedidos o pueden estar atrapados en algún lugar no visible. Se debe preguntar a los ocupantes cuantos viajaban en el coche y revisar los alrededores.
  • Evitar atender primero a la persona que más grite o que tenga peor aspecto, no necesariamente será la víctima más grave.
  • Limpiar la boca del accidentado y liberarle de la ropa que pueda oprimirle.
  • Hay que observar si el herido está consciente y si respira con normalidad. Si no es así se le debe movilizar, lo menos bruscamente posible, para iniciar las maniobras de resucitación.
  • Hay que comprobar si sangra por alguna herida. Si el herido presenta una hemorragia se colocará un paño (u otra prenda) lo más limpio se presionará directamente sobre el punto sangrante durante al menos 10 minutos. Si se empapa el paño no se debe levantar sino colocar otro encima.
  • No se moverá a los accidentados a menos que corra peligro su vida.
  • Mantener al herido caliente.
  • Tranquilizar a la víctima.
  • No dejar solo al accidentado. La situación del mismo puede empeorar en poco tiempo. Si esto ocurre es necesario ponerse en contacto de nuevo con el servicio de emergencias sanitarias

viernes, 9 de enero de 2015

HIDRATOS DE CARBONO Y ADICCION .

Antes de nada debemos tener presente que existen dos tipos de hidratos, los simples, que se asimilan de manera rápida por el organismo y que serían los culpables de esta adicción, y los complejos, que se liberan lentamente y evitar subidas repentinas de glucosa causantes de la temida adicción.
Por qué causan adicción los hidratos de carbono

Los motivos por los que los hidratos simples generan adicción es debido a que al ingerirlos el organismo los asimila rápidamente, haciendo que los niveles de glucosa aumenten rápidamente. La glucosa es el principal alimento del cerebro, y este aumento repentino hace que el cerebro reciba ese alimento y libere serotonina que nos hace sentir bien, y que a la larga acabará generando una especie de dependencia en nuestro cuerpo.

Lo mismo que sucede con cualquier droga, el cuerpo terminará por acostumbrarse a los niveles de glucosa y cada vez exigirá más cantidad para sentir bienestar. Por esto la demanda de hidratos aumentará poco a poco, haciendo que la ingesta sea mayor, y con ello el riesgo de aumentar el peso corporal y empeorar el estado general de nuestro organismo.

Evitar la adicción

Para evitar que esto suceda y nuestro organismo se acostumbre a este tipo de alimentos lo que debemos hacer es ingerir y sustituir los hidratos simples por aquellos complejos que encontraremos en harinas integrales, azúcares integrales, arroces integrales… Estos alimentos lo que harán será liberar la glucosa de una manera más lenta, haciendo que los niveles corporales se mantengan siempre más o menos iguales, evitando así los subidones de serotonina que experimenta el organismo de otro modo.

Ya no es que este tipo de dependencia sea eso, sino que el aumento repentino de la glucosa hace que se acumule más cantidad en forma de grasa, ya que no la quemamos toda, y de este modo las posibilidades de aumentar de peso son mayores, a la vez que empeoramos nuestra salud. Por ello es necesario controlar la ingesta de hidratos de carbono simples para así evitar males mayores a largo plazo.