Cuando
se sigue una dieta para perder peso o mantenerlo, controlar el consumo
de alcohol es esencial, un fin de semana con aperitivos, cervezas y
alguna copa de noche, en plan normal y sin abusar, puede llegar a sumar
más de 1000 calorías, que a lo largo del año se convierten en una media
de 5-7 kilos.
Un par de copas de vino en el transcurso de una comida puede agregar fácilmente otras 400 calorías.
Y
es que no hay que olvidar que el alcohol contiene muchas calorías,
siete calorías por gramo de alcohol, en comparación con cuatro calorías
por gramo de carbohidratos y proteínas.
Es
importante escoger bebidas de baja graduación, a menos grados, menos
calorías y evitar los picoteos y tapitas ricos en grasas y sodio que se
toman con las cervezas y las copas, que duplican y triplican las
calorías sin llenarte ni aportarte vitaminas, minerales u otras
sustancias nutritivas más interesantes.
Desde
un punto de vista fisiológico, el alcohol puede provocar que los
niveles de azúcar en la sangre se descontrolen más rápidametne. Este
efecto puede estimular el apetito, especialmente las bebidas alcohólicas
que se toman como aperitivos, tipo Martini que contienen hierbas
conocidas por abrir el apetito, de ahí que se tomen antes de comer.
Además, el consumo de alcohol puede causar fatiga, disminuir los niveles de energía e interferir en la absorción de ciertas vitaminas y minerales importantes para el metabolismo de lípidos, glúcidos y proteínas.
Es
difícil salir con los amigos y pedir un zumo o un agua, por lo que si
vas a beber alcohol, al menos hazlo de forma inteligente:
Escoge
mejor una cerveza natural o un vino tinto, no sólo aportan menos
calorías, al menos aportan vitaminas, minerales y antioxidantes.
Si quieres perder peso, escoge cervezas sin, o ligeras, así le restas entre 50 y 70 calorías a cada caña.
Evita los alcoholes de alta graduación (whisky, cogñac, ron, ginebra, vodka, etc.
Evita los licores y vinos dulces.
Los
combinados son también una fuente de calorías extra, cuidado con los
refrescos, zumos y azúcares que le pones a tu cóctel favorito, pueden
duplicar las calorías.
Y
ojo con los 'todo incluido': lo gratis resulta caro en tu barriga: Una
piña colada puede llegar a tener 1.000 calorías por vaso, así que
imagina lo que tendrías que entrenar para quemar una noche de juerga
tropical.