El huevo es el único alimento que nos permite separar perfectamente su
parte grasa de su parte proteica y no es tan raro consumir la clara y la
yema de huevo separadas en preparaciones, por eso, hoy también
diferenciamos los micronutrientes de estas dos porciones que el huevo
nos ofrece.
Si nos referimos a minerales, en la yema de huevo
encontramos potasio, fósforo, hierro y calcio como protagonistas, aunque
también ofrece pequeñas cantidades de magnesio, sodio y selenio. No
debemos olvidar que la yema es la parte grasa y por lo tanto también es
la porción que ofrece colesterol.
En la clara de huevo no
encontramos nada de grasa y sólo nos ofrece proteínas, los minerales que
abundan en esta porción son el sodio y el potasio principalmente, pero
si nos referimos a las vitaminas en la clara sólo encontramos pequeñas
proporciones de vitaminas del complejo B mientras que en la yema de
huevo abunda el ácido fólico, el retinol o vitamina A y también contiene
vitamina D, E y carotenos.
Claramente la porción menos calórica y
magra como es la clara de huevo posee menos micronutrientes que la yema
de huevo en la cual se encuentran variadas vitaminas y minerales en
mayores cantidades. Por lo tanto, no debemos erradicar esta porción por
sus grasas de la dieta, sino que si queremos aprovechar los nutrientes
del huevo lo mejor será incluir la yema al menos unas 3 veces cada
semana en nuestra mesa.
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