El Jamón Serrano es un alimento con un importante valor nutritivo. Su valor energético es bajo con unas 160 calorías por 100 g, y es por lo tanto un alimento que se puede incluir perfectamente en una dieta hipocalórica. Es altamente proteico, con un aporte moderado de grasas, y rico en vitaminas del grupo B y minerales importantes como el hierro y el zinc. La relación entre grasas saturadas e insaturadas del Jamón Serrano es mejor que en otras carnes, además la grasa tiene una característica importante dado que el ácido graso mayoritario es el oleico, característico del aceite de oliva y de efecto beneficioso en el nivel de colesterol plasmático. Del porcentaje de ácidos grasos saturados predomina el esteárico, que en el organismo de transforma en oleico y también eleva así los valores de este y su acción cardiosaludable. En cuanto a micronutrientes, el Jamón Serrano es buena fuente de minerales (hierro, zinc, potasio) y vitaminas (del grupo B, principalmente tiamina y niacina). La sal añadida en su elaboración, y en consecuencia su contenido en sodio, es algo a tener en cuenta para quienes controlan su hipertensión. Para las personas deportistas el jamón es un fuente de proteína animal, que aporta los aminoácidos que hacen falta para conseguir el óptimo crecimiento de la masa muscular. Si una persona sedentaria necesita unos 0,8 g de proteínas por kilo de peso al día en deportistas parece conveniente tomar de 1,4 a 2 g. Además, el ejercicio extenuante disminuye la absorción de hierro, aumenta la fragilidad de los glóbulos rojos y favorece la aparición de anemia, por lo que es necesario vigilar el aporte de hierro y el jamón es una buena fuente de hierro fácilmente absorbible.
Un saludo Joan Biel.
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