martes, 23 de agosto de 2011

LA YERBA DEL MATE."IMPRESIONANTE"

La yerba mate crece en el área central de Sudamérica y es conocida y consumida desde tiempos precolombinos por los habitantes de la región. Desde centurias atrás, las tribus guaraníes ya la reconocían por sus propiedades restaurativas y estimulantes.

Su nombre científico es Ilex paraguariensis, que fue dado por el botánico francés Auguste de Saint Hilaire en 1.822, quien lo describió como un árbol de la familia Aquilofoliaceae.
En el 1.700, aproximadamente, valorando las características de su calidad química, los jesuitas comenzaron su cultivo. Dos centurias más tarde, fue difundida por el gaucho a lo largo de la pampa argentina.

Investigaciones de distintos lugares del mundo, han concluido que resulta difícil encontrar una planta de este tipo, en el mundo, con el valor nutricional que aporta la yerba mate.
El mate posee prácticamente todas las vitaminas necesarias para la vida. Contiene vitaminas del complejo B, caroteno, complejo de vitamina C y vitamina A (Tabla 1).
Además, de presentar cantidades significativas de magnesio, calcio, sodio, potasio, manganeso, fosfatos, zinc, aluminio y diferentes aminoácidos (Tabla 2), la yerba mate retarda la acumulación de ácido láctico en los músculos, lo que la convierte en un excelente energizante natural para las personas que practican deportes u otras actividades físicas.

En cuanto a los efectos de la yerba mate, se observan cambios en el comportamiento tales como aumento de energía y vitalidad, mayor capacidad de concentración, disminución del nerviosismo y mayor resistencia a la fatiga física y mental.
Habitualmente se consume como infusión o a través de la “cebada de mate”, y cada modalidad influye en las interacciones químicas y la extracción de sus componentes.

Propiedades terapéuticas:
La yerba mate aporta algunos de los nutrientes requeridos para la prevención y recuperación de las enfermedades cardíacas, aumentando el aporte de oxígeno al corazón. Su estructura fundamental corresponde a las xantinas, cuyo efecto es bien conocido sobre el sistema nervioso central, por lo que la infusión de yerba mate es básicamente una bebida estimulante. Sin embargo, no es adictiva, y esto la hace un excelente sustituto del café.
Por su parte investigadores del Instituto Pateur de París indicaron que la oxidación de LDL (low density lipoprotein) se inhibe por los extractos de Ilex paraguariensis, esto haría que la incidencia de arteriosclerosis sea menor en los lugares donde se consume.
Ideal para nutracéutico:
Un nutracéutico es un alimento cuya composición le confiere propiedades benéficas al organismo, al ser incorporado a la dieta.

Estudios recientes han demostrado que esta capacidad atribuida a la yerba mate se debe, principalmente, a la presencia en su composición de polifenoles hidrosolubles, tales como el ácido caféico, el ácido clorogénico y el ácido isoclorogénico, los que confieren a las infusiones un carácter hepatoprotector. Pero además, según el último Congreso Argentino de Ciencias y Tecnología de los Alimentos (Rafaela, 1.999), se evaluó la influencia en la forma de preparación y se observó que se consigue el máximo efecto si la infusión es preparada a 70º y consumida inmediatamente.

Conclusión:
La yerba mate es un producto altamente arraigado en nuestros hábitos. Las virtudes expuestas precedentemente conducen a alentar su uso por sus efectos terapéuticos en la protección del organismo frente a enfermedades como las cardiovasculares, la artritis, etc.

Tabla 1: Composición mineral de la yerba mate (cada 100 g)

Cenizas (%) 6,910
Cloruros (g) 0,116
Azufre 0,125
Fósforo (%) 0,280
Calcio (%) 0,902
Potasio (%) 1,350
Magnesio (%) 0,650
Sodio (%) 0,020
Hierro (mg) 59,900
Cobre (mg) 1,260
Manganeso (mg) 133,180

Tabla 2: Contenido vitamínico de la yerba mate (cada 100 g)

Carofina (mg) 1,234
Carofina (UI – vitamina A) 2,095
Tiamina (mg – vitamina B1) 19,710
Riboflavina (mg – vitamina B2) 4,040
Acido ascórbico (mg – vitamina C) 11,900

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