Si seguimos algunas sencillas
recomendaciones podemos prevenir tanto los síntomas por exposición al
frío como la posibilidad de contraer algún virus, bien sea del resfriado
común o de la gripe.
Hidratación. Siempre
debemos tener la preocupación de beber suficiente agua, y con mayor
razón cuando el cuerpo está expuesto a una carga adicional como es en
invierno. La pauta indica dos litros a lo largo del día.
Vitaminas. Toma
vitaminas, sobre todo la vitamina C que encontramos en los cítricos. Hay
que comer frutas y verduras frescas que nos ayuden a reforzar nuestro
sistema inmunitario. Incluye frutas en tu dieta diaria de manera
regular, así garantizas el aporte de estos y otros nutrientes.
Hacer ejercicio. Hacer
ejercicio frecuente y sostenido contribuye a aumentar la resistencia del
organismo a las infecciones y así evitar resfriarse.
Abrigarse. Sobre todo
si hacemos ejercicio en exteriores: aunque al hacer ejercicio notamos
calor, hay que tener en cuenta que sigue haciendo frío. Usar bufandas,
bragas o cuellos altos para proteger la garganta te mantendrá mas
confortable.
No quedarse frío. Tras
el ejercicio, ponte enseguida ropa de abrigo para que tu cuerpo no se
enfríe de forma brusca. El sudor al evaporarse disminuye la temperatura
corporal y durante el invierno ocurre muy rápidamente.
Hacer ejercicio en locales ventilados.
Para evitar el contagio del catarro y la gripe es importante ventilar
el local entre clase y clase, para que se disipen los gérmenes y se
renueve el aire de la sala.
Evitar las corrientes.
Por mucho calor que se tenga, es mejor no abrir las ventanas en la
clase, el sistema de acondicionamiento del clima deberá ser suficiente
para mantenernos confortables. Ten en cuenta que las corrientes de aire
frío pueden ser perjudiciales y causar problemas musculares por cambios
bruscos de temperatura.
Sauna. El cuerpo
congestionado agradece los vapores de la sauna. Pero hay que tener
cuidado con el contraste de temperaturas al salir.
Ojo con los pies. Es
muy importante que los pies no estén pasando frío al hacer deporte. Si
se va a correr o a pasear por la ciudad en invierno, es mejor usar doble
calcetín o incluso suelas bien gruesas que aislen del frío de la
carretera.
Olvida el tabaco. Fumar siempre perjudica a la salud, pero encima en invierno desaceleran la circulación y por tanto nos hacen más vulnerables.
Sin pasarse. Lo
importante es no exigir demasiado de nuestro cuerpo en los deportes al
aire libre cuando hace mucho frío. Si esforzamos demasiado el cuerpo,
más allá de sus limites, lo hacemos vulnerable a enfermedades y sobre
todo a los resfriados invernales.
Estos consejos te pueden ayudar a
prevenir molestias por el frío, contraer algún virus como el de la gripe
o el resfriado común mientras haces ejercicios; contribuyen a la buena
salud y por tanto a pasar un feliz invierno alejado del médico y los
anti-gripales.
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