jueves, 14 de julio de 2011

LAS GRASAS.

La grasa no es tan mala como cuentan. Cierto es que aporta el doble de calorías que las proteínas y los hidratos de carbono, pero no hay que olvidar que son nutrientes esenciales y necesarios para una alimentación sana.
Lo que hay que tener claro es que no hay un solo tipo de grasas, hay varios y así aprender a distinguir las ?grasas malas? de las "grasas buenas".
Casi todos ya conocemos que las grasas malas son las saturadas, pero cada día hay alguna más que conviene eliminar de la dieta: hay más peligro en las grasas obtenidas por medios químicos que en las naturales, y ahí es donde te conviene vigilar .

Grasas monoinsaturadas
Son grasas buenas, ayudan a subir el colesterol ?bueno? o HDL y a bajar el ?malo? o LDL. Suelen ser líquidas a temperatura ambiente y en general provienen de semillas vegetales como nuestro ya internacional aceite de oliva o el aceite de maíz. También se encuentran en el aceite de sésamo, en los frutos secos como las nueces, almendras, cacahuetes y avellanas, en los pescados y en el aguacate.

Grasas polinsaturadas (omegas)
Son las grasas más famosas ahora: las famosas omega-3 y omega-6. Estas grasas contienen ácidos grasos esenciales que nuestro cuerpo no puede sintetizar y que necesitamos tomar en la dieta. Además de regular los niveles de colesterol, estas grasas son protectoras cardiovasculares, retrasan el envejecimiento celular, cuidan nuestras neuronas y hasta ayudan a tratar la hiperactividad en los niños. Curiosamente su consumo habitual ayuda a mantener el peso e incluso a eliminar la grasa que sobra.
Es importante que la proporción de grasas omega-3 y omega-6 sea entre 3:1 a 10:1 de omega-6 a omega-3, y para conseguirlo hay que aumentar la dosis de alimentos ricos en omega-3 como los pescados de aguas frías (atún, caballa, arenque, salmón, trucha,) y aceite de semilla de lino, pues la dieta habitual es rica en omega-6 (cereales, aceites y semillas vegetales, soja, huevos de granja y frutos secos en general).

Grasas saturadas
Son grasas sólidas a temperatura ambiente que suelen provenir de animales. Las encuentras en la mantequilla, el huevo, lácteos
y las carnes grasas, aunque también pueden tener origen vegetal y aparecen como aceite de coco y de palma en muchos postres y bollería. Este tipo de grasas se deben evitar cuando hay sobrepeso, obesidad, problemas de colesterol y triglicéridos, pero no se deben eliminar de
la dieta, simplemente hay que restringirlas y obtenerlas de alimentos naturales y no
procesados.

Grasas parcialmente hidrogenadas o trans
Son las grasas que más mala fama tienen y algunos países han obligado a los comerciantes a eliminarlas de los productos alimenticios. Se obtienen de forma química al saturar las grasas vegetales más sanas, como los aceites. En los estudios médicos las grasas trans han sido calificadas como la peor grasa para la salud. Su consumo se asocia al aumento de obesidad, colesterol, problemas cardiovasculares, etc...

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